Mi camino a la sanación

El camino hacia mi recuperación me resulta un titulo un tanto gracioso, pues caminar es lo que menos he hecho en los últimos dos años, sin embargo, si que he rodado por muchos lugares en un tiempo que para muchos podría resultar bastante y que para mí ha sido muy poco, por el hecho de que avanzo más lento de lo que acostumbraba.

Mucho de lo que me ha tocado recorrer en los últimos años me ha llevado a enfrentar a los fantasmas que viven en mi cabeza, quienes constantemente se encuentran presentes en cada cosa que hago, cada decisión que debo tomar, en cada momento que quiero disfrutar; realmente ha sido un camino difícil debido a que muchas cosas en lugar de mejorar empeoraron a raíz de la decisión de saltar aquel día y que otras tantas no cambiaron. En repetidas ocasiones me he sorprendido con pensamientos detonantes y que en algún momento en el pasado fueron participes en la decisión que tome, sin embargo, fuera de provocarme un malestar emocional en el momento en que los identifico, suelo preguntarme si en verdad valdría la pena hacerles caso nuevamente.

Estos pensamientos es lo que ha dificultado el que quiera levantarme cada mañana o poder disfrutar los pequeños avances médicos que he tenido en la recuperación de mis piernas o en mi desarrollo personal en general, pero a pesar de que ha sido muy difícil y cada día estoy en una batalla conmigo misma, he logrado encontrar algunas herramientas o formas de poder lidiar con todo lo que llega a mi cabeza.

No se sí para ti que lo estas leyendo pueda ser de utilidad pero me gustaría mucho que por lo menos sea un motivador para que busques lo que si te funcione. Muchos de los pensamientos que tengo y que tuve, me llevaron mucho antes de mis intentos de suicidio a hacerme daño para poder lidiar con toda la frustración y las emociones desagradables que sentía, y la única forma que encontraba para poder lidiar con eso era por medio del daño físico. Actualmente con apoyo ¡claro de mis tratamientos psiquiátricos y psicoterapéuticos! he aprendido a lidiar con muchas de las situaciones principalmente con los pensamientos que llegan.

Lo que mayormente me ha funcionado es cuestionar todo lo que estoy pensando, es cansado no te voy a mentir, pero cuestionar que tan real es el pensamiento que tengo y que es lo que puede confirmar su veracidad, me ha servido para identificar, filtrar y descartar que es lo que llega a mi cabeza; obviamente esto no es sencillo porque todo lo que pensamos viene de las creencias que tenemos y hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas; te voy a contar algo, yo siempre he creído que no valgo nada y que soy una estúpida, lo que provoco que creciera con una constante búsqueda de aprobación de las personas y sobre todo que mi valor viene de la aceptación que tengo de estas mismas, todo esto viene desde las palabras que recibía de niña cuando no podía hacer una tarea escolar o cometía un error en mi hogar, los regaños, gritos y las palabras hirientes nunca faltaron y claro que eso influyo en como crecí y cuales serían mis creencias centrales.

Lo que nos decimos o lo que nuestra cabeza nos dice, es importante en como enfrentaremos las cosas que llegan, ahora puedo decir que aprender a cuestionar y buscar la realidad en todo el ruido en mi cabeza ha sido un reto, pero además de cuestionarlo todo me ha ayudado el saber conducir estándar y poder esquivar cada bache que encuentro en mi camino; esto de manejar estándar es una metáfora a los tres pedales que se utilizan para poder arrancar y hacer los cambios de velocidades, pues todo lo que ha ocurrido en mi cabeza puedo manejarlo de esa manera, cuando un pensamiento llega puedo meter el embrague para poner el freno o para que arranque y fluyan sin dejar existencia en su paso.